BUGLOSE, DEL FANGO A LA LUZ…

La historia de la Virgen de Buglose… 

Singular, la historia nació hace cuatro siglos, en el campo fangoso de una ciénaga landesa.

Todo comenzó en 1620, cuando un pastor dirigía su rebaño de bueyes descubre, en la profunda campiña "dacquoise", una imponente estatua de la Virgen con el Niño.

Escondida desde cincuenta años antes, hacia 1570, en pleno corazón de las guerras de Religión, para evitar el cobro injusto de las tropas de hugonotes que quemaban a su paso iglesias y monasterios, la mole de piedra de cerca de 400 kilos está medio envasada y escondida entre juncos.

Cómic "Notre Dame de Buglose" Por la Asociación Diocesana "d’Aire-et-Dax"

Enterado de la noticia, el obispo local ordena inmediatamente su traslado hasta la parroquia vecina. Pero, según la leyenda, la yunta encargada del transporte se niega a avanzar. Descubriendo ahí un signo de la Providencia, este último cambia su plan y ordena su establecimiento en este mismo lugar, en una capilla.

Con su estructura de madera, el primer lugar de culto se construye en la zona pantanosa que había envejecido muy mal. Es lo que empujó, a mediados del siglo XIX, al obispo de la época a construir una iglesia en duro.

Se bendice en 1855 y, el 9 de septiembre de 1866, Monseñor Louis-Marie Epivent, obispo d’Aire, corona solemnemente, en nombre del papa Pío IX, la estatua de Nuestra Señora de Buglose. En 1966, el Papa Pablo VI nombra al Santuario Basílica menor.

¿Cómo se explica la difusión espiritual, siempre importante, de este lugar privilegiado de la piedad landesa?

"Lo que constituye un gran misterio, es que San Vicente de Paúl (1581-1660) naciera a algunos kilómetros de ahí, en un "agujero perdido". Como Nuestra Señora de Buglose pasó del barro a la luz, él concretamente predicó el paso de la miseria humana a la dignidad espiritual."