Aquí hay dos palabras que no nos eran familiares hasta hace unos meses...
El "Coronavirus" también ha perturbado a los residentes de Mariama.
Gracias al esfuerzo de todos, lo dejamos en la puerta (esperemos que se quede allí); en el interior del Establecimiento, transformaciones: aislamiento, comidas en habitación, paseos reglamentados y solos, ni visitas, ni personal exterior que interviene, capilla cerrada y, por supuesto, "distancia"...
Un tiempo difícil para todos, dirección, personal, residentes...obligados a adaptarse de acuerdo a las consignas que van llegando.
Al anunciar el desconfinamiento, volvió el espíritu: las puertas se entreabrieron, y hemos encontrado de nuevo con las animaciones...todo el mundo comenzó a readaptarse.
¡Pero, atención! ¡Guardemos las medidas de prevención, admitamos un desconfinamiento progresivo!
Nuestra Señora del Refugio y el Padre Cestac nos cuidan.
EPHAD Mariama, Anglet, julio 2020
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