Día tras día con el padre Cestac: MAYO

MAYO: María Madre

1.  El sólo nombre de María, debe estremecer sus corazones, de alegría, amor y esperanza


2.  Dios nos dio una Madre y Él le ha confiado todos nuestros intereses.


3.  La Virgen es la mejor para velar y cuidar de nosotros. A nosotros de estar unidos estrechamente a su corazón maternal. Estamos seguros que Ella remediará todo.


4.  A cada día y a cada instante del día, tenemos la feliz experiencia de sus maternales y milagrosas bondades: Pongamos toda la confianza en esa bondad.


5.  Yo la veo asociada a las tres personas divinas, en la obra de la redención de los hombres, toda abrazada de amor y encargada de hacer otros Jesús, siempre ocupada de nosotros como la mejor y la más tierna Madre.


6.  Nada conmueve su corazón maternal como esa confianza sencilla, filial, que le pide todo y nunca duda de su bondad. He aquí el gran secreto de todas las protecciones y de todas las gracias!


7.  Recuerde esta divisa: “La Santísima Virgen arreglará todo”… Todos los días veo nuevas pruebas de esta atención totalmente maternal que aporta a su pequeña obra.


8.  Debe caminar con simplicidad y confianza bajo la mirada de la buena y divina Madre con el más filial abandono a sus cuidados, abnegarse por Ella y esperar de su corazón maternal la recompensa.


9.  Es cuando somos los más miserables, que esta Madre admirable nos recibe con más ternura y amor.


10.  Tu mano maternal sabe dirigir todo por caminos secretos, pero siempre llenos de sabiduría y bondad.


11.  Es a Maria, como su Superiora y buena Madre; a quien acudirá en todas sus necesidades temporales y espirituales.


12.  Oh! Mi tierna Madre, tú estabas ahí, atenta y bondadosa!


13.  La Santísima Virgen se convierte hacia nosotros, cada vez más maternal. Se diría que nos atrae hacia Ella por el amor.


14.  Esta buena Madre si nos deja en el dolor es para que experimentemos mejor la necesidad que tenemos de Ella y de su amparo. Es cuando un niño se encuentra en peligro o en la aflicción que llama a gritos a su madre.


15.  Me siento sobrecogido de admiración y reconocimiento por las indecibles bondades de esta dulce y tierna Madre.


16.  Mucho amor, mucha confianza en la Madre de todas las bondades, Madre bendita, Madre atenta, Madre poderosa y misericordiosa.


17.  Vayan hacia esta Madre admirable con la más viva y filial confianza. Es tan buena! Oh, sí conociésemos bien su corazón maternal!


18.  Cuando nuestros pesares aumentan, también debe aumentar nuestra confianza. Esto es lo que llega a su corazón maternal y que la llna de ternura y de bondad hacia nosotros.


19.  Pueden contar siempre con los cuidados de nuestra amable y compasiva Madre siempre y cuando se mantengan fielmente unidas a su corazón.


20.  Cuente con los cuidados de nuestra buena y santa Madre. Ella velara sobre usted con la dedicación de la mejor de las madres.


21.  Esta admirable Madre está siempre a su lado para velar en todo sobre usted, para proveer y poder remediar todo. Descansemos con confianza sobre su maternal atención.


22.  Manténganse constantemente unida a nuestra divina Madre; sus bondades tendrán como medida su confianza y su abandono.


23.  Sobre todo eleve su corazón hacia esta amable y dulce Madre, confíele con la simplicidad de un niño, sus temores, sus buenos deseos y sus santas esperanzas.


24.  En sus penas y dificultades diríjase  con confianza y simplicidad a nuestra buena Madre. No tardara en sentir los efectos de su maternal bondad.


25.  No se extrañe de nada, no se espante de nada. Todo pasa. La divina Madre la mira y la cuida.


26.  Nuestra buena y divina Madre, la mira y vela por usted. Cuente con Ella: la medida de su confianza será la medida de sus bondades.


27.  A menudo brotan elevaciones de amor y de confianza hacia la divina Madre. Esto hace tanto bien en nuestro peregrinar por la vida!


28.  Esta Madre, toda bondad, la acompañará con tanto interés, cuanto más la vea rechazada por los otros.


29.  Siempre mirar a la Santisima Virgen nuestra Madre, nuestra única esperanza, nuestro único consuelo: marchar siempre sin desvíos bajo su mirada.


30.  Que grande es el gozo al ver a nuestra buena Madre, nuestra única esperanza, nuestro único consuelo: marchar siempre sin desvíos bajo su mirada.


31.  Nuestra misión propia, es hacer conocer y amar, aun mas, a la divina Madre del Cielo.