Día tras día con el padre Cestac: OCTUBRE

OCTUBRE: la Educación

1.  Amen a esas niñas como Jesús, como María las ama; ámenlas como buenas madres.


2.  A una gran confianza entera y continua, en nuestra divina Madre, añadan también una Confianza, me atrevo a decir amistosa, por los santos ángeles.


3.  Antes que nada propónganse formar en esas jóvenes almas, el espíritu de Fe.


4.  El bien se logrará. Antes que nada es hacer conocer, a sus numerosas niñas, a la Bondadosa y Santa Madre y enseñarles lo que es para ellas y lo que ellas deben ser para Ella.


5.  En sus clases, cada una de esas pequeñas niñas, sentadas en sus bancos, encierra todo un porvenir y a veces  un gran porvenir.


6.  Traten de atraer a esas pobres niñas por la bondad y la suavidad de sus modales.


7.  Hablen a menudo a esas queridas niñas, de su buena y divina Madre del cielo, de su poder, de su bondad, de sus cuidados sobre las almas que la aman y la invocan.


8.  Ustedes inspirarán a esas queridas niñas un profundo respeto hacia Dios y a todo lo que atañe a su culto.


9.  Pobres o ricas, las niñas tendrán el mismo derecho a sus cuidados.


10.  No se puede enderezar un arbusto sin hacerlo sufrir.  

 

11.  Fomenten a menudo en esos jóvenes corazones, sentimientos de amor y de confianza hacia esa tierna Madre. Sería una gran preparación para su futuro el hacer penetrar en sus niñas estas verdades fuertes y poderosas.


12.  No es la instrucción como tal, sino la educación que esta supone, la que tiene efectos verdaderamente positivos.


13.  Dar la clase es un deber sagrado que nunca puedes descuidar ni abandonar.


14.  Dar la clase es para ustedes una obligación de conciencia y de justicia.


15.  Una clase prevista y preparada siempre será bien realizada.


16.  En clase estarán consagradas a su deber y a quienes tienen la responsabilidad de instruir.


17.  Se ocupará de todas las niñas sin distinción, con un mismo celo y un mismo amor.


18.  Tengan un gran cariño, un santo y maternal cariño por sus queridas niñas. Esmérense en hacer penetrar en sus jóvenes corazones el santo amor que debe santificarlas y esa confianza en la Bondadosa Madre que debe acompañarlas y sostenerlas.


19.  Sean dulces y pacientes con las niñas, adáptense a su inteligencia.


20.  No griten nunca, los gritos pueden satisfacer los impulsos naturales pero no logran sino aturdir a la niña y paralizar sus facultades.


21.  Tengan cuidado desde el principio, mostrar firmeza en la clase.


22.  Si las niñas las quieren, todo marchará bien; y el secreto es hacerse querer por las alumnas  y , uno mismo quererlas.


23.  Nuestra misión en el ámbito rural es dar a las pequeñitas,  instrucción, y formarlas en la piedad cristiana.


24.  Tengan un esmero particular por las clases y por las niñas. Hacia ellas, tengan bondad y firmeza. Nunca sean bruscas ni entren en cólera, sino bondadosas y firmes.


25.  En los más pequeños, tengan gran cuidado en la enseñanza de la lectura.


26.  Cuiden a esa queridas pequeñas y fórmenlas en una tierna confianza en su divina y bondadosa Madre; en cuanto a la instrucción, no descuiden a ninguna.


27.  Sobre todo no golpeen nunca a las niñas. Al contrario procuren tratarlas con dulzura para ganar su corazón.


28.  No reprendan nunca a las hermanas delante de las niñas; conduce al desprecio.


29.  Reuní en un curso pequeño a las niñas que aprenden a leer bien, a rezar y a conocer los primeros elementos de la instrucción cristiana.


30.  Tengan mucho afecto hacia esas pobres niñas.


31.  El niño es como una planta que tiene que dar un día grandes frutos pero que será necesario desarrollar  con un cuidado sabio, inteligente y constante.