Visita al centro penitenciario de Mont-de-Marsan durante el tiempo de confinamiento.
He aquí algunas reflexiones de Personas Detenidas enviadas a los Capellanes de la cárcel durante el tiempo de confinamiento.
- Agradecemos a los Capellanes por las pequeñas atenciones que nos han enviado. Nos han hecho mucha ilusión al ver que piensan en nosotros. Les echamos mucho de menos lo mismo que a los que están cerca. Tenemos muchas ganas de volverlos a encontrar.
- Soy consciente en esta tregua del tiempo que nos ofrecen, de la atención para que tienen para nuestro bienestar.
- Su correo, lo he compartido con todos.
- Con este confinamiento, se han anulado todas las actividades escolares. Me he remitido al sport, pero, vista mi edad, no voy a desarrollar mi musculatura… Ya no hay visitas.
- La cárcel nos ha dado 40 € para que podamos hablar por teléfono. Pero, de repente, todo el mundo se pelea por hablar.
- Me he comunicado con mis amigos de Malí y de Costa de Marfil. Están confinados y muy preocupados por no tener información precisa sobre el contagio del virus en su país.
- Estoy triste por todos aquellos que se enfrentan a ese virus.
- Los guardias también están preocupados y tensos. Algunos son más comprensivos.
- Aquí nos reunimos a menudo para compartir nuestra fe, una comida, oraciones.
- Con mi co-detenido hemos organizado una "misa" el 12 de abril. Rezamos juntos, compartimos pequeñas cosas.
- Gracias por enviarme "Recemos en Iglesia". Me permitió seguir la semana pascual. He rezado mucho por mis hijos que me dan mucha inquietud.
- Hace una semana el Papa Francisco pidió a todos los creyentes que recitasen el "Padre Nuestro". Es lo que hicimos a las 12 en punto.
- Ahora, solo en una celda, tengo la libertad de ver la retransmisión de la misa por la tele el domingo por la mañana.
Sor Françoise Camgrand fue capellán durante varios años en esta prisión.