PRESENCIA DE LA IGLESIA EN EL HOSPITAL

Hna. Nicole en misión de capellana en el Hospital de Douai.

En estos tiempos difíciles unidos a la COVID, he podido seguir viviendo mi misión de capellana en el Hospital de Douai. Me llaman para acompañar a personas con la oración, cuando llegan al final, muriendo de esta cruel enfermedad, sostener a los familiares que pueden estar con él hasta el final. Los sanitarios con mucha humanidad están siempre ahí, a la escucha de las peticiones espirituales. Lo más doloroso para ellos es, cuando fallecen poner a las personas en una funda sabiendo que las familias ya no pueden ver a su ser querido.

Menos mal que todos no mueren de la COVID. Puedo con un equipamiento (los EPIS) de protección, idéntico al de los sanitarios, visitar personas, rezar con ellas…

Pero existen también personas en cuidados paliativos, (poder administrarles el viático, escucharlas…); en los otros servicios sin, la ayuda preciosa de los voluntarios, que no pueden visitarlos desde marzo. 

Los lazos con personas del exterior (sacerdotes, familias, amigos…) me llaman para visitar a su allegado que ellos ya no pueden visitar, sostenerles humanamente y espiritualmente. ¡Es una misión preciosa ser capellana de un Hospital! También poder visitar a una persona enfermas en su domicilio, en una Residencia de mayores, en una Clínica (prohibido hoy)… 

¡Pronto será Navidad! Odette Vercuysse, enfermera, ha compuesto este canto: "Navidad es, cada día… que digo "sí" a las llamadas que hacen crecer la vida, el amor, la fraternidad, el compartir…

Hna. Nicole