Algunos ecos de la EHPAD de Biscarrosse que, desde mediados de marzo, cerró sus puertas para proteger a los Residentes de este terrible virus.
Al principio, los Residentes circulaban libremente por el establecimiento, se encontraban, comían juntos y tenían actividades comunes. Una semana más tarde, dos Residentes, se contagiaron con el virus; uno murió, otro se curó. Desde entonces, todos los Residentes fueron confinados en su habitación.
¿Cómo contactarlos? Era mi pregunta. ¿Qué podía hacer para contactarles?
Gracias a que encuentro a las empleadas que trabajan en la planta baja de la casa, pude confiarles correos. Hicieron de carteras. Así pude tener reacciones de los destinatarios. Llamo regularmente a otros Residentes capaces de coger el teléfono. Hasta cantamos canciones de antaño, como "Etoile des neiges"… Me cuentan lo que viven: "Hago punto. Hago calceta. Leo. Veo la tele. Estoy animada…" También me hablan de su familia. Desde hace unos días se pueden ver gracias a Skype. Rezan, y Ana me dice "rezo por ti hermana".
También sigo en contacto con los animadores. Son ellos los que me informan que tal persona quiere hablar conmigo. Me ponen en contacto con ella. Y a continuación me expresan su agradecimiento por haber podido intercambiar entre nosotras.
Esperamos el fin de este confinamiento para reanudar nuestros agradables y alegres encuentros.
Sor Gisèle Marie
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